lunes, 24 de noviembre de 2014


la obsolescencia programada problema de todos

El problema de la obsolescencia programada va mucho más allá del “fraude” a los consumidores, porque, en general, se sabe que la duración de los productos adquiridos no va a ser mucha, y en muchas ocasiones es el propio consumidor el que decide cambiar porque un nuevo modelo le ofrece ventajas añadidas, aunque el anterior producto aún funcione.
El principal problema radica en los recursos naturales empleados en la fabricación de estos productos, y diseñados a propósito con una corta duración. Este sistema incrementa en gran medida la presión sobre los escasos recursos naturales de nuestro planeta, y con la problemática asociada que presentan muchos de ellos. Por ejemplo, el aluminio, presente en muebles, vehículos, envases, muy abundante en el planeta, pero con serios problemas ambientales asociados a su extracción y procesado. Se necesitan tóxicos productos químicos para su extracción y en muchas ocasiones acaban en el entorno, además de emitir una elevada cantidad de gases de efecto invernadero.




Otro grave ejemplo es el litio, utilizado en los productos tecnológicos, como móviles, portátiles, tablets, etc. Su presencia en el planeta es escasa y muy concentrada en pequeñas áreas geográficas, como algunos países andinos. El incremento en la demanda de los últimos años ha provocado un aumento de los efectos ambientales causados por su extracción.